El quehacer de las instituciones de educación superior abarca diversas dimensiones: investigación y desarrollo, docencia y extensión, cada cual con sus características y necesidades, a las que los instrumentos públicos de financiamiento deben adecuarse.
Creemos necesario balancear el financiamiento, disminuyendo el peso de los aranceles y generando nuevos aportes directos a las instituciones para las áreas de investigación y desarrollo. Asimismo, se deben establecer incentivos directos a carreras y programas estratégicos para el desarrollo del país.