Nuestra educación pública tiene problemas graves a nivel de cobertura, gestión y calidad. Hoy representa sólo el 36% de la matrícula escolar, una cifra bajísima en comparación al promedio de la OCDE, que supera el 80%.
Los resultados de aprendizaje de los colegios públicos son bajos y su calidad está afectada por graves problemas de gestión y financiamiento, ya que los municipios —responsables de su provisión— muchas veces carecen de los recursos y capacidades técnicas para garantizar el derecho a una educación de calidad.
Es urgente fortalecer la educación pública, que encarna los valores culturales y ciudadanos que compartimos más allá de nuestro origen, ingresos o vicisitudes personales. Que cada barrio de Chile tenga un colegio público de calidad es la mejor respuesta a la segregación del país, asegurando mayores niveles de pluralismo y convivencia.
Actualmente, el Congreso discute la “Ley de Nueva Educación Pública”. A continuación, compartimos nuestras propuestas, que recogen los principios del proyecto e incluyen elementos que a nuestro juicio están ausentes y son fundamentales para asegurar su correcta implementación.