Las inequidades históricas entre carreras técnicas y universitarias se expresan en el financiamiento. En el año 2015, del total de recursos públicos asignados a la educación superior, sólo un 15% fue destinado a la modalidad técnico profesional, a pesar de representar casi la mitad de la matrícula. El Estado entrega a las Universidades del CRUCH 6,2 veces más dineros por estudiante que a los Institutos Profesionales y CFT. Y a las no-CRUCH, 2,5 veces más. Esto no resiste más análisis.

Por ello, proponemos: 

  • Entregar a la educación técnico profesional un financiamiento adecuado a sus características, avanzando gradualmente en un financiamiento equitativo entre las modalidades en la educación superior al año 2030.
  • Eliminar las barreras de acceso a recursos públicos para la educación superior técnico profesional, para que puedan postular, en las mismas condiciones que las universidades, a fondos públicos basales, de investigación, diplomados y posgrados.

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