Como mencionamos en nuestro documento anterior, los colegios públicos y privados están aplastados por una verdadera lápida de más de 1800 obligaciones, inspecciones, rendiciones y citaciones, demandadas por diversas autoridades. Hay consenso total entre sostenedores y directivos en que esto desvía la atención de la tarea pedagógica, no agrega valor y deteriora los esfuerzos de calidad e innovación. Con decisión política, la solución es sencilla y barata. No todas estas simplificaciones requieren leyes, por lo que la “poda burocrática” debe darse en etapas sucesivas.
Convocar de inmediato a una comisión de sostenedores y directivos públicos y privados, así como integrantes de la Superintendencia, la Agencia de la Calidad, la Contraloría y el Mineduc, para diseñar un plan de desburocratización, contemplando medidas como:
- Simplificar y articular la rendición de cuentas, desde la delirante rendición individual de cada gasto, hacia un esquema de grandes partidas, sujetas a auditorías selectivas una vez finalizado el proceso.
- Articular los entes del sistema (Agencia de la Calidad, Seremis y Superintendencia principalmente), ya que cada institución solicita información reiterada a los colegios.
- Aumentar gradualmente la autonomía en el uso de recursos SEP y PIE. Considerando que ya no existe lucro en los colegios, proponemos que un porcentaje significativo de estos recursos puedan ser utilizados por las escuelas para los motivos que ellas estimen, sin las restricciones actuales.
- Rediseñar el sistema de transacciones de información y dinero entre: Mineduc, sostenedores, colegios, estudiantes y docentes, velando por la coherencia de la información financiera, técnica y pedagógica.